Hasta no hace mucho, las posibilidades de elección a la hora de comprar una almohada eran bastante limitadas. No nos referimos a su tamaño precisamente, sino a su composición. Por suerte, esto ha cambiado. En la actualidad, la elección de una almohada, además de por tamaño y grosor, se puede hacer por sus materiales. En la tienda de uncolchon.es, por ejemplo, se pueden elegir de diferente composición. Por ejemplo, almohadas de látex.
Además de estas, las hay de viscoelástica, las de microfibra y las de fibra. Pero las de látex, aunque son un poco más caras, en la actualidad gozan de cierta popularidad por sus propiedades e indicaciones, como veremos a continuación.
Almohadas de látex: propiedades y ventajas
El látex, el principal componente de estas almohadas, es un polímero que se extrae de la savia de algunos árboles. Entre ellos, del árbol del caucho. Eso en el caso del natural, puesto que también hay látex artificial, más económico que el natural. Este tiene un peso y una densidad mayor, aparte de ser más caro. Se trata de un componente de bastante resistencia y flexibilidad-
Precisamente por tratarse de un material bastante caro, es poco común que las almohadas de látex lleven únicamente el natural. Lo más frecuente es que tengan una parte de látex sintético y otra de natural.
Este tipo de almohadas son muy apreciadas por su gran resistencia al paso del tiempo y a la deformación. Estas almohadas tardan bastante más que las de otros componentes en perder la forma que tienen cuando son nuevas. Es más, aunque pase bastante tiempo desde su compra, apenas se deforman aunque se utilicen a diario.
Al igual que sucede con las almohadas fabricadas a base de tejido viscoelástico, las de látex se adaptan a la forma de la cabeza. También a la del cuello. Por lo tanto, proporcionan un descanso muy placentero a sus propietarios. Pero también cierta sensación de frescor. Esto se debe a que se pueden perforar para garantizar la circulación de aire por su interior. En almohadas fabricadas a partir de otros materiales esto no es posible, por lo que dan más calor.
Esto hace que las almohadas de látex estén especialmente indicadas para climas en los que los meses de verano sean muy cálidos. Esto no quiere decir que no sean capaces de proporcionar calor en los meses fríos. Sólo que dado que permiten la circulación del aire a través de ellas, transpiran mejor y no acumulan tanto calor.
Las almohadas de látex son hipoalergénicas. En ellas no se acumulan ácaros. Por lo tanto, están recomendadas para personas con problemas de alergias.
Precauciones a la hora de comprar una almohada de látex
Cuando vayas a comprar una almohada de látex debes tener en cuenta que no se deforma. Por lo tanto, no pierde centímetros de altura. Tampoco podrás acomodarla a tus gustos con unos cuantos toques o amasándola un poco con las manos. Así que ten cuidado cuando la compres y elige la que tenga la altura exacta a la que te encuentres cómodo en la cama.
Valora también la postura que sueles adoptar al dormir antes de comprar una almohada de este tipo. Al no deformarse, si duermes boca abajo puedes estar incómodo. Es más cómoda si descansas habitualmente boca arriba o sobre un lado.
Ten también en cuenta su olor. Especialmente si tu olfato es muy fino o sensible. El látex tiene un olor peculiar, más que el de otros tipos de almohada, y a muchos no les gusta. Y es un olor que puede llegar a traspasar incluso la funda de las almohadas. Por tanto, tenlo presente cuando compres una almohada nueva.